Machu Picchu, en Perú, debe ser uno de los sitios más visitados por los turistas de todo el mundo.
La legendaria ciudad incaica tiene su atractivo, no solo por lo que es en historia, sino por lo que genera en el ambiente en el que se encuentra.
La ciudad tiene un encanto único con relación a la naturaleza que la rodea. Es un todo que acerca a cualquier a los orígenes de la humanidad, de alguna manera. La experiencia de estar en el sitio es única.
Más allá de Machu Picchu, la ciudad que se encuentra antes de subir al sitio tiene encantos para disfrutar.

Aguas Calientes es una ciudad en el valle del río Urubamba en el sureste de Perú, uno de los puntos de encuentro son sus baños termales, que se encuentran en un punto alejado de la ciudad en sí, que es muy pequeña.
La rutina ideal es subir a Machu Picchu y al bajar relajarse en esas aguas, que son una especie de pócima que cura cualquier tipo de padecimiento, físico obviamente.
En los baños se puede disfrutar de piscinas de aguas a muy altas temperaturas, como a muy bajas. La experiencia es como cualquier spa bien equipado, pero al aire libre y en el medio de una naturaleza única.